El secreto para hacer queso Oaxaca en casa
Hacer queso Oaxaca casero es una experiencia gratificante que te permite disfrutar de un producto fresco, natural y lleno de sabor. Aunque puede parecer un reto al principio, con las instrucciones correctas y un poco de paciencia, puedes lograr un queso que rivalice con el mejor que hayas probado. En esta guía completa, te explico paso a paso todo lo que necesitas saber para preparar este delicioso queso desde tu cocina.
Los ingredientes esenciales para el queso Oaxaca
Para elaborar queso Oaxaca de manera casera, es vital contar con los ingredientes adecuados. Esto garantizará que obtengas un producto final de excelente calidad y sabor. Los ingredientes son:
- 4 litros de leche entera fresca (preferiblemente sin ultrapasteurizar, para conservar sus propiedades naturales).
- 1/4 de cucharadita de cuajo líquido o en tabletas.
- 1/4 de taza de agua potable.
- 1 cucharadita de sal fina.
Consejo clave: la leche es el ingrediente principal, y su calidad determinará el resultado. Busca leche fresca de confianza, idealmente comprada directamente de productores locales o de una tienda de productos naturales. Una buena leche garantizará un queso suave y elástico, con ese toque especial que lo caracteriza.
Preparando la cuajada: el primer paso esencial
La cuajada es el fundamento del queso Oaxaca. Una buena cuajada asegura un producto final delicioso y con la textura adecuada. Sigue estos pasos:
- Calienta la leche en una olla grande hasta alcanzar los 35 °C. Usa un termómetro de cocina para evitar errores.
- Disuelve el cuajo en el agua potable y agrégalo lentamente a la leche tibia.
- Remueve suavemente con movimientos circulares durante un minuto para distribuir uniformemente el cuajo.
- Cubre la olla con una tapa y deja reposar durante 30-40 minutos. Durante este tiempo, la mezcla se solidificará, formando una cuajada firme y uniforme.
Nota importante: si no logras una cuajada firme en el primer intento, puede ser necesario ajustar la temperatura de la leche o la cantidad de cuajo. La paciencia es clave en este paso.
Calentando la leche a 35 °C para iniciar el proceso del queso.
Cortar y cocinar la cuajada
Este paso es fundamental para eliminar el exceso de suero y empezar a dar textura al queso. Procede de la siguiente manera:
- Con un cuchillo largo y limpio, corta la cuajada en cubos de aproximadamente 2 cm.
- Deja reposar los cubos durante 5 minutos para que el suero se separe de la cuajada.
- Calienta la mezcla nuevamente a 40 °C mientras remueves suavemente los cubos. Este calentamiento ayuda a compactar la cuajada y a darle consistencia.
A medida que remueves, notarás cómo los cubos se vuelven más firmes y elásticos. Es importante retirar el exceso de suero que se acumula en la olla para facilitar el proceso.
Tip extra: el suero sobrante puede aprovecharse para preparar otros productos lácteos, como requesón o pan.
Estirando las tiras de queso
El proceso de estirado es lo que da al queso Oaxaca su característica textura en hilos. Aunque requiere técnica, con práctica se vuelve más sencillo. Sigue estos pasos:
- Tras retirar el exceso de suero, coloca la cuajada en un recipiente con agua caliente a 70 °C.
- Usa tus manos (previamente limpias) o una espátula de madera para estirar la cuajada. Hazlo con movimientos firmes pero delicados, asegurándote de que las tiras sean uniformes.
- Durante el proceso, agrega una pizca de sal para potenciar el sabor.
La clave en este paso es mantener la cuajada caliente mientras trabajas. Si se enfría demasiado, perderá elasticidad y será más difícil de manejar.
Consejo práctico: para mantener la temperatura del agua, puedes calentar más agua en una olla aparte y añadirla al recipiente según sea necesario.
Formando y almacenando el queso
Una vez que tengas las tiras listas, es hora de darle forma al queso. Sigue este sencillo proceso para formar las bolas de queso Oaxaca:
- Toma las tiras y enóllalas en forma de bola compacta. Hazlo con cuidado para evitar que las tiras se rompan.
- Coloca el queso formado en un recipiente con agua fría y salada. Esto ayuda a que el queso se compacte y conserve su forma.
- Retira el queso del agua tras 10 minutos y sécalo con un paño limpio.
Para almacenarlo, envuelve el queso en papel film o colócalo en un recipiente hermético. Guárdalo en el refrigerador y consúrmelo en un plazo de 5-7 días para disfrutar de su frescura.
Ideas para disfrutar tu queso Oaxaca casero
Ahora que tienes tu propio queso Oaxaca, las posibilidades son infinitas. Aquí te comparto algunas ideas para usarlo:
- Quesadillas: el clásico favorito mexicano. Funde el queso en tortillas calientes para un manjar simple pero delicioso.
- Chiles rellenos: utiliza el queso como relleno para chiles poblanos asados.
- Snacks: sirve las tiras de queso con frutas frescas o frutos secos como un aperitivo saludable.
El sabor de tu queso casero será inigualable. Su frescura y textura te harán sentir orgullo del esfuerzo invertido. ¡Nada mejor que disfrutar un producto elaborado por tus propias manos!
Conclusión: una experiencia enriquecedora
Hacer queso Oaxaca casero no solo es una manera de disfrutar un producto fresco y delicioso, sino también una forma de conectarte con la tradición y la cultura gastronómica de México. Aunque requiere tiempo y dedicación, el resultado es un queso artesanal que se destaca por su sabor, textura y autenticidad.
En Altimax de México, entendemos la importancia de preservar y fomentar estas tradiciones mientras apoyamos a las empresas de la industria alimentaria en su crecimiento. Con operaciones en México, Estados Unidos, Guatemala, Costa Rica, Panamá, España, Turquía y otros países, ofrecemos productos y servicios innovadores a través de nuestras filiales: Ekomilk Américas, Tauber, Fussen y el Instituto de la Carne y de la Leche (INCALEC). Ya sea con analizadores de leche, diseño y fabricación de equipos, o capacitaciones especializadas, estamos aquí para apoyarte.
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Preguntas y Respuestas
Debes usar leche entera fresca, preferiblemente sin ultrapasteurizar, para conservar sus propiedades naturales y garantizar un queso suave y elástico.
Sí, el cuajo es necesario para coagular la leche y formar la cuajada, que es el primer paso esencial en la elaboración del queso.
La cuajada estará lista cuando esté firme y uniforme al tacto, y puedas cortarla en cubos sin que se deshaga.
Revisa la temperatura de la leche (debe ser de 35 °C) y la cantidad de cuajo utilizada. Si no se forma, recalienta ligeramente la mezcla y agrega más cuajo.
Sí, el suero puede aprovecharse para hacer requesón, pan o incluso como base para sopas y licuados.
